Este postre o merienda tradicional de Semana Santa se remonta a tiempos muy antiguos, ya Lope de Vega las menciona en alguna de sus obras.
Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de utilizar el pan sobrante, que, durante el tiempo que no se podía comer carne, era menos consumido y esta era una forma de aprovechamiento.
Existen versiones en Francia, las populares french toast que se fríen en mantequilla y también aparecen en un recetario alemán del S XIV, con la denominación de arme ritter (caballero pobre), un nombre usado también en inglés como poor knight y en otras lenguas nórdicas.
En España se preparan con leche o en algunos casos remojadas en vino.
Hoy en día figuran como postre en muchas cartas de restaurante de alta cocina y se pueden degustar casi todo el año, hay versiones de lo mas variadas, hechas con pan de brioche, bizcocho, pan de molde… y cada cocinero le aporta su toque personal.
Incluso hay una receta que dí en mis clases de cocina en la que se prepara un bizcocho y luego este se trocea en lonchas y se remoja en una mezcla de tres leches (nata, leche evaporada y leche condensada), el resultado es un delicioso postre pero una autentica bomba de calorías !
Pero como dijo aquel …un día es un día….
Os dejo esta receta de torrijas clásicas y espero que las disfrutéis en familia en estos días en los que nuestras casas se han convertido en nuestro refugio.
Muchos cariños a todas !
Hola Milagros, este finde voy a preparar tus torrijas que tienen una pinta estupenda. ¿ Por que les llamas mini? …Las partes por la mitad?
Gracias y un saludo