La carrillera es el trozo de carne que está a los lados de la cara del animal, de ahí su nombre.
Es una carne tierna y melosa, que bien guisada, se deshace en la boca.
Hace unos días las preparé para una comida familiar y como pasa muchas veces, ¡sobró!
Con los restos hice unas hamburguesas en pan de espinacas y albahaca.
El resultado es el que veis e hizo las delicias de propios y extraños!
Lo que quiero demostraros con este bocadillo, es que se pueden utilizar las sobras o restos de cualquier guiso para hacer un «bocata» extraordinario y, si a eso le añadimos un poco de imaginación y utilizamos algún pan original el éxito está asegurado.
Adelante pues con la cocina de aprovechamiento.
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